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    Salud / Medicina

    Enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos

    Enfermedades del corazón en las mujeres

    ¿Qué son las enfermedades del corazón?

    El tipo más común de las enfermedades del corazón en las mujeres es un trastorno de los vasos sanguíneos del corazón llamado enfermedad coronaria. Esta enfermedad también se llama enfermedad de las arterias coronarias porque afecta las arterias coronarias del corazón.

    La enfermedad coronaria puede causar problemas graves del corazón, como ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, latidos irregulares llamados arritmias y paro cardíaco súbito.

    Revisión general

    Las enfermedades del corazón no afectan solo a los hombres. De hecho, en los Estados Unidos una de cada cuatro mujeres muere de una enfermedad del corazón. La enfermedad coronaria, que es la más común de las enfermedades del corazón, afecta a hombres y mujeres.

    La enfermedad coronaria ocurre cuando un material llamado placa se deposita en las paredes internas de las arterias coronarias. La placa está compuesta por grasas, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre.

    La placa puede afectar al corazón de dos maneras:

    • El depósito de placa puede estrechar las arterias coronarias con el tiempo. Al hacerlo, la circulación de sangre que llega al músculo cardíaco disminuye, lo cual causa síntomas como la angina. La angina consiste en dolor o malestar en el pecho.

    • La placa puede romperse o quebrarse, y esto provoca la formación de un coágulo de sangre en su superficie. El coágulo de sangre bloquea rápidamente la circulación de la sangre en el interior de la arteria. Si el coágulo alcanza el tamaño suficiente, puede bloquear completamente la circulación de sangre a una parte del músculo cardíaco o músculo del corazón. Esta es la causa más frecuente del ataque cardíaco.

    Corazón con daño del músculo y con una arteria bloqueada


    La figura A es un esquema de un corazón y de una arteria coronaria que están lesionados (músculo cardíaco muerto) a causa de un ataque cardíaco. La figura B es un corte transversal de la arteria coronaria con depósito de placa y con un coágulo de sangre que se formó a causa de la ruptura de la placa.

    En los hombres y las mujeres que sufren la enfermedad coronaria, la placa se acumula por lo general en el interior de las arterias grandes del corazón y las estrecha.

    La placa también se puede formar dentro de las paredes de estas arterias. En las personas en las que se forma este tipo de placa, las pruebas que muestran las arterias coronarias pueden parecer normales. Actualmente se realizan estudios para ver si este tipo de acumulación de placa es más frecuente en las mujeres que en los hombres y por qué razón.

    Lo que sí puede ser diferente entre las mujeres y los hombres es una enfermedad llamada enfermedad coronaria microvascular. Esta enfermedad del corazón afecta las arterias coronarias más pequeñas. Hace poco se demostró en estudios que es más probable que las mujeres sufran de enfermedad coronaria microvascular que los hombres.

    En la enfermedad coronaria microvascular sucede lo siguiente:

    • Las paredes de las arterias diminutas del corazón están lesionadas o enfermas.
    • Las arterias diminutas del corazón no se relajan adecuadamente y pueden sufrir espasmos (contracciones).

    Enfermedad coronaria microvascular


    La figura A muestra la red de arterias coronarias pequeñas (microvasculatura) con una arteria normal y otra afectada por la enfermedad coronaria microvascular. La figura B muestra una arteria coronaria grande con depósito de placa.

    Muchos investigadores creen que la disminución de las concentraciones de estrógenos en las mujeres durante la menopausia, combinada con factores tradicionales de riesgo de la enfermedad coronaria, causa la enfermedad coronaria microvascular.

    Aunque las tasas de muerte debido a la enfermedad coronaria han disminuido en los últimos 30 años, no han mejorado tanto en las mujeres como en los hombres. Tal vez esto se deba a la enfermedad coronaria microvascular. Las pruebas corrientes para la enfermedad de las arterias coronarias no siempre detectan la enfermedad coronaria microvascular en las mujeres. A consecuencia de esto, a menudo se cree que las mujeres corren menos riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

    Se están realizando investigaciones para aprender más acerca de la enfermedad coronaria microvascular y de sus causas.

    Las mujeres también tienen más probabilidades que los hombres de presentar una enfermedad llamada "síndrome del corazón roto". En este problema del corazón, cuya existencia se validó recientemente, el estrés emocional extremo puede causar una insuficiencia reversible del músculo cardíaco o músculo del corazón.

    Los médicos pueden diagnosticar incorrectamente el síndrome del corazón roto como si fuera un ataque cardíaco, porque tiene síntomas parecidos. Sin embargo, en el síndrome del corazón roto no hay indicios de que haya arterias bloqueadas en el corazón y la mayoría de las personas que lo sufren se recuperan completa y rápidamente.

    Los investigadores están comenzando apenas a explorar las causas de este trastorno y a averiguar cómo se diagnostica y se trata. A menudo, los pacientes con el síndrome del corazón roto son personas que no habían tenido problemas de salud antes.

    Este artículo se refiere principalmente a la enfermedad de las arterias coronarias, a menos que se indique otra cosa.

    Perspectivas

    Las mujeres tienden a presentar la enfermedad coronaria unos 10 años más tarde que los hombres. No obstante, la enfermedad coronaria sigue siendo la principal causa de muerte de las mujeres en los Estados Unidos.

    Las mujeres tienen más probabilidades de morir después de un ataque cardíaco que los hombres. Esto se debe en parte a que son mayores en el momento en que sufren el ataque cardíaco y además tienen otros problemas importantes de salud.

    Lo bueno es que usted puede tomar medidas para controlar muchos factores de riesgo de la enfermedad de las arterias coronarias. Los factores de riesgo son situaciones o hábitos que aumentan el riesgo de que usted sufra la enfermedad de las arterias coronarias o un ataque cardíaco. Los factores de riesgo que no se controlan también pueden aumentar las probabilidades de que la enfermedad de las arterias coronarias empeore si ya está presente.

    Las mujeres pueden disminuir su riesgo de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias mediante cambios en el estilo de vida, medicinas, procedimientos médicos e intervenciones quirúrgicas. Por eso la prevención temprana y continua de la enfermedad de las arterias coronarias es tan importante.


    Otros nombres de las enfermedades del corazón

    • Arritmia
    • Síndrome cardíaco X
    • Enfermedad de las arterias coronarias (también llamada enfermedad coronaria)
    • Enfermedad coronaria microvascular (en el Índice de enfermedades y problemas de salud hay un artículo en inglés sobre esta enfermedad, titulado "Coronary Microvascular Disease")
    • Insuficiencia cardíaca
    • Miocardiopatía por estrés o "síndrome del corazón roto"
    • Paro cardíaco súbito


    ¿Cuáles son las causas de la enfermedad coronaria?

    Las investigaciones indican que la enfermedad de las arterias coronarias comienza cuando ciertos factores lesionan las capas internas de las arterias coronarias. Estos factores son:

    • El hábito de fumar y el tabaquismo pasivo (respirar el humo de otros fumadores)
    • Las cantidades altas de ciertas grasas y de colesterol en la sangre
    • La presión arterial alta
    • Las cantidades altas de azúcar en la sangre debido a la resistencia a la insulina o a la diabetes
    • La obesidad, especialmente la abdominal (circunferencia grande de cintura)
    • Un estilo de vida poco activo

    Cuando hay una lesión, el organismo pone en marcha un proceso curativo. Este proceso curativo puede hacer que se formen depósitos de placa en el lugar en el que las arterias se lesionaron.

    El depósito de placa en las arterias coronarias puede comenzar en la niñez. Con el tiempo, la placa puede estrechar o bloquear completamente algunas de las arterias coronarias. Esto reduce la circulación de sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco.

    La placa puede también romperse de repente. Cuando esto sucede, unos fragmentos celulares de la sangre llamados plaquetas se agrupan con unas sustancias de la sangre y forman coágulos para sellar las grietas de la placa.

    Los coágulos de sangre estrechan las arterias y pueden empeorar súbitamente la angina (dolor en el pecho). Si un coágulo es lo suficientemente grande como para bloquear una arteria coronaria, puede causar un ataque cardíaco.

    Además de los factores mencionados, las concentraciones bajas de estrógeno que se presentan antes o después de la menopausia pueden contribuir a la enfermedad coronaria microvascular. Esta enfermedad del corazón afecta las arterias coronarias más pequeñas.

    Aún no se sabe la causa del síndrome del corazón roto. Sin embargo, las hormonas del estrés y las hormonas sexuales, como el estrógeno, pueden contribuir a las causas de este síndrome.


    ¿Quiénes corren el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria?

    Ciertas características, enfermedades o hábitos pueden hacer que se eleve el riesgo de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias. Estas situaciones se llaman factores de riesgo. Los factores de riesgo también pueden aumentar las probabilidades de que la enfermedad de las arterias coronarias empeore si ya está presente.

    Las mujeres tienen los mismos factores de riesgo de la enfermedad coronaria que los hombres. Sin embargo, algunos factores de riesgo pueden influir de manera diferente en la probabilidad de que se presente la enfermedad coronaria, según si se encuentran en los hombres o en las mujeres. Por ejemplo, en las mujeres la diabetes aumenta más el riesgo de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias. Además, otros factores, como las píldoras anticonceptivas y la menopausia, pueden influir en el riesgo que corre una mujer de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias.

    Hay varios factores conocidos de la enfermedad de las arterias coronarias. El riesgo que usted corre de sufrirla y de tener un ataque cardíaco aumenta en proporción directa al número de factores de riesgo que usted tenga y a la gravedad de éstos. Los factores de riesgo tienden a actuar en conjunto y a empeorar mutuamente sus efectos.

    Si usted tiene un factor de riesgo, sus probabilidades de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias se duplican. Dos factores de riesgo las multiplican por cuatro. Tres o más factores de riesgo las multiplican por más de diez.

    Además, algunos factores de riesgo, como el hábito de fumar y la diabetes, aumentan más el riesgo de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias y de tener un ataque cardíaco que otros.

    Más de las tres cuartas partes de las mujeres entre los 40 y los 60 años tienen uno o más factores de riesgo de la enfermedad de las arterias coronarias. Muchos factores de riesgo comienzan en la infancia; algunos incluso surgen en los primeros diez años de vida. Usted puede controlar la mayoría de los factores de riesgo, pero otros no.


    Factores de riesgo que usted puede controlar

    Hábito de fumar

    El tabaquismo o hábito de fumar es el más poderoso factor de riesgo que las mujeres pueden controlar. Fumar o respirar el humo de tabaco de otros fumadores por mucho tiempo aumenta el riesgo que usted corre de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias o un ataque cardíaco.

    El tabaquismo la expone al dióxido de carbono. Esta sustancia química le quita a la sangre el oxígeno que tanto necesita y desencadena el depósito de placa en las arterias.

    El hábito de fumar eleva también el riesgo de que se formen coágulos de sangre en las arterias. Los coágulos pueden bloquear las arterias estrechadas por la placa y causar un ataque cardíaco. Cuanto más fume usted, mayor será su riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

    Incluso las mujeres que fuman menos de dos cigarrillos al día corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

    Concentraciones altas de colesterol y de triglicéridos en la sangre

    El colesterol va por el torrente sanguíneo en paquetes pequeños llamados lipoproteínas. Los dos tipos principales de lipoproteínas son el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL) y el colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL).

    Al colesterol LDL se le llama a veces colesterol "malo". Esto se debe a que transporta el colesterol hacia los tejidos, entre ellos, las arterias del corazón. Al colesterol HDL se le llama a veces colesterol "bueno" porque ayuda a retirar el colesterol de las arterias.

    Las concentraciones de colesterol se miden con una prueba de sangre llamada perfil lipídico o lipoproteinograma. Esta prueba proporciona información sobre el colesterol total, el colesterol LDL, el colesterol HDL y los triglicéridos (otro tipo de grasa que se encuentra en la sangre).

    Las concentraciones de colesterol se miden en miligramos (mg) de colesterol por decilitro (dL) de sangre. Una concentración de colesterol total mayor de 200 mg/dL, una concentración de colesterol LDL mayor de 100 mg/dL o una concentración de colesterol HDL menor de 50 mg/dL aumentan el riesgo que una mujer corre de sufrir la enfermedad coronaria.

    Una concentración de triglicéridos mayor de 150 mg/dL también aumenta ese riesgo. Las concentraciones de colesterol HDL y de triglicéridos de una mujer predicen su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria mejor que sus concentraciones de colesterol total o de colesterol LDL.

    Presión arterial alta

    Las mujeres que tienen una presión arterial de más de 120/80 mmHg corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. (La abreviatura "mmHg" significa milímetros de mercurio, que son las unidades en que se mide la presión arterial).

    La presión arterial debe ser mucho más baja en las mujeres que tienen insuficiencia renal o diabetes. Si usted tiene una de estas enfermedades, pregúntele a su médico qué presión arterial es saludable en su caso.

    Diabetes y prediabetes

    La diabetes es una enfermedad en la que hay concentraciones altas de glucosa en la sangre porque el organismo no produce suficiente insulina o no usa la insulina adecuadamente. Con el tiempo, las concentraciones altas de glucosa en la sangre contribuyen a un mayor depósito de placa en las arterias.

    La prediabetes es un problema de salud en el que las concentraciones de glucosa en la sangre son mayores que lo normal, pero no tan altas como en la diabetes. La prediabetes eleva su riesgo de sufrir diabetes y enfermedad coronaria.

    La diabetes y la prediabetes elevan el riesgo de la enfermedad coronaria en mayor grado en las mujeres que en los hombres. La diabetes duplica el riesgo de que una mujer sufra enfermedad coronaria y contrarresta el efecto protector del estrógeno en la mujer premenopáusica.

    Sobrepeso y obesidad

    Los términos "sobrepeso" y "obesidad" se refieren al peso corporal total de una persona y a si éste es demasiado alto. El sobrepeso consiste en un exceso de peso corporal debido a masa muscular, masa ósea, grasa o agua. La obesidad consiste en una cantidad excesiva de grasa corporal.

    La medida más frecuente del sobrepeso y la obesidad es el índice de masa corporal (IMC). El índice de masa corporal se calcula a partir de la estatura y el peso.

    En las personas adultas, un índice de masa corporal entre 18.5 y 24.9 se considera normal. Un índice de masa corporal entre 25 y 29.9 se considera sobrepeso. Un índice de masa corporal de 30 o más se considera obesidad.

    Algunos estudios parecen indicar que la ubicación del peso adicional en el cuerpo puede predecir más exactamente el riesgo de presentar la enfermedad coronaria que el índice de masa corporal. Las mujeres que acumulan gran parte de la grasa en la cintura corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Estas mujeres tienen una silueta "de tipo manzana".

    Las mujeres que tienen la mayor parte de la grasa en las caderas y los muslos —es decir, las que tienen una silueta "de tipo pera"— corren menos riesgo de sufrir la enfermedad coronaria que las que tienen una silueta "de tipo manzana".

    Para saber bien de qué manera influye el exceso de peso en su riesgo de presentar la enfermedad coronaria es importante que usted sepa su índice de masa corporal y su medida de cintura. Si su índice de masa corporal es superior a 24.9 y su medida de cintura es mayor de 35 pulgadas, usted corre un mayor riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

    Si el resultado de dividir su medida de cintura por su medida de cadera es superior a 0.9, también corre un mayor riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

    Los estudios también indican que las mujeres cuyo peso sube y baja de forma marcada (por lo general, debido a dietas poco saludables) corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Estas fluctuaciones de peso pueden bajar las concentraciones del colesterol HDL.

    Síndrome metabólico

    El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo que se asocian con el sobrepeso y la obesidad y que aumentan el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.

    Se diagnostica si se presentan por lo menos tres de los siguientes factores de riesgo:

    • Una medida grande de circunferencia de cintura
    • Unas concentraciones de triglicéridos superiores a las normales
    • Unas concentraciones de colesterol HDL inferiores a las normales
    • Una presión arterial más alta que lo normal
    • Una concentración de glucosa sanguínea en ayunas más alta que lo normal (o el hecho de estar tomando medicinas para la diabetes)

    El síndrome metabólico es más común en las mujeres afroamericanas que en los hombres afroamericanos y en las mujeres de origen mexicano que en los hombres de origen mexicano. El síndrome afecta por igual a las mujeres y a los hombres de raza blanca.

    Píldoras anticonceptivas

    Las mujeres que fuman y toman píldoras anticonceptivas corren un riesgo muy alto de sufrir la enfermedad coronaria, especialmente si son mayores de 35 años. No se conocen plenamente los riesgos que representan las píldoras anticonceptivas en las mujeres que no fuman.

    Falta de actividad física

    Las personas que realizan poca actividad corren el doble de riesgo de sufrir la enfermedad coronaria que las que se mantienen activas. La falta de actividad física puede empeorar otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria, como las concentraciones altas de colesterol y triglicéridos en la sangre, la presión arterial alta, la diabetes, la prediabetes, el sobrepeso y la obesidad.

    Alimentación poco saludable

    Una alimentación poco saludable puede elevar su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Por ejemplo, los alimentos que contienen cantidades altas de grasas saturadas, grasas trans y colesterol suben las concentraciones del colesterol LDL. Por eso usted debe limitar el consumo de estos alimentos.

    Las grasas saturadas se encuentran en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, productos de repostería, aceites de origen animal y aceites de palma y coco. Los alimentos fritos y procesados a menudo contienen grasas saturadas.

    Las grasas trans se encuentran en algunos alimentos fritos y procesados. El colesterol se encuentra en los huevos, en muchas carnes, en productos lácteos, en productos comerciales de repostería y en ciertos tipos de mariscos.

    También es importante limitar el consumo de alimentos con alto contenido de sodio (sal) y de azúcares simples. Una alimentación con alto contenido de sal puede elevar su riesgo de sufrir presión arterial alta. Los azúcares simples agregados proporcionan calorías adicionales y no contienen nutrientes, como vitaminas y minerales. Esto puede hacerla subir de peso, lo cual elevará su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. Los azúcares agregados se encuentran en muchos postres, dulces, frutas enlatadas empacadas en jarabe, bebidas de frutas y bebidas que no son dietéticas.

    También debe tratar de limitar la cantidad de bebidas alcohólicas que toma. Demasiado alcohol le elevará la presión arterial. El alcohol también añade más calorías, lo cual lleva a un aumento de peso.

    Las mujeres no deben tomar más de una bebida alcohólica al día. Si está embarazada, planea quedar embarazada o tiene algún problema de salud en el que el consumo de alcohol sea nocivo, debe evitar las bebidas alcohólicas.

    Estrés o depresión

    El estrés puede contribuir a la aparición de la enfermedad coronaria. También puede hacer que las arterias se estrechen. Esta situación puede subir la presión arterial y elevar el riesgo de tener un ataque cardíaco.

    Muchos casos de ataque cardíaco se deben a una situación que causa una gran alteración emocional, especialmente si provoca ira. El estrés también puede elevar indirectamente el riesgo de la enfermedad coronaria si impulsa a la persona a fumar o a comer demasiados alimentos ricos en grasas y azúcar.

    Las personas que sufren depresión tienen el doble o el triple de probabilidades de presentar la enfermedad coronaria que las personas que no la sufren. La depresión es dos veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.

    Anemia

    La anemia es una enfermedad en la que la sangre tiene menos glóbulos rojos que lo normal.

    También se presenta cuando los glóbulos rojos no contienen suficiente hemoglobina. La hemoglobina es una proteína rica en hierro que les ayuda a los glóbulos rojos a transportar el oxígeno de los pulmones a los demás órganos.

    Si usted tiene anemia, su cuerpo no recibe suficiente sangre rica en oxígeno. Por esta razón el corazón trabaja más intensamente, lo cual puede elevar el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y la enfermedad coronaria microvascular.

    La anemia se debe a muchas causas.

    Apnea del sueño

    La apnea del sueño es un trastorno frecuente en el que la persona hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño.

    Las pausas pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos. A menudo ocurren entre 5 y 30 veces o más por hora. Por lo general, la respiración vuelve a la normalidad, a veces con un ronquido fuerte o con un sonido parecido al que una persona hace cuando se atraganta.

    Cuando la persona deja de respirar, la falta de oxígeno provoca la liberación de las hormonas del estrés en el organismo. A consecuencia de esto, la presión arterial sube y la sangre tiene más probabilidades de coagularse.

    Los signos principales de la apnea del sueño son los ronquidos y el agotamiento o cansancio durante el día. Si la apnea del sueño no se trata, puede elevar las probabilidades de sufrir presión arterial alta, diabetes e incluso un ataque cardíaco o un derrame cerebral (accidente cerebrovascular).

    Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir apnea del sueño después de la menopausia.

    Factores de riesgo que usted no puede controlar

    Edad y menopausia

    A medida que usted envejece, aumenta el riesgo que corre de sufrir la enfermedad coronaria o un ataque cardíaco. Esto se debe en parte al depósito lento de placa dentro de las arterias del corazón, que puede comenzar durante la infancia.

    Antes de los 55 años, el riesgo que las mujeres corren de sufrir la enfermedad coronaria es más bajo que el de los hombres. No obstante, después de los 55 años el riesgo de sufrir esta enfermedad aumenta por igual en los hombres y en las mujeres. Una razón de que esto suceda es que antes de la menopausia el estrógeno protege hasta cierto punto a las mujeres contra la enfermedad coronaria.

    Es posible que usted haya tenido una menopausia precoz, ya sea por razones naturales o porque le extrajeron los ovarios. Si es así, su riesgo de presentar la enfermedad coronaria es el doble del riesgo que corren las mujeres de la misma edad que todavía no han llegado a la menopausia.

    Otra razón por la cual las mujeres corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria después de los 55 años es que la edad madura es la época de la vida en la que los factores de riesgo de esta enfermedad tienden a presentarse.

    Haber llegado a la menopausia también eleva el riesgo de sufrir el síndrome del corazón roto.

    Antecedentes familiares

    Los antecedentes familiares contribuyen al riesgo de presentar la enfermedad coronaria. Su riesgo aumenta si a su padre o a un hermano le diagnosticaron la enfermedad coronaria antes de los 55 años, o si a su madre o a una hermana se la diagnosticaron antes de los 65 años.

    Sin embargo, tener antecedentes familiares de la enfermedad coronaria no significa que usted también vaya a tenerla. En particular, este es el caso si su familiar afectado por la enfermedad solía fumar o tenía otros factores de riesgo que no se trataron bien.

    Hacer cambios en el estilo de vida y tomar medicinas para tratar los factores de riesgo pueden disminuir a menudo la influencia de los factores genéticos y detener o retrasar la evolución de la enfermedad coronaria.

    Preeclampsia

    La preeclampsia es un problema de salud que se presenta durante el embarazo. Los dos signos principales de la preeclampsia son el aumento de la presión arterial y el exceso de proteínas en la orina.

    Por lo general, estos signos se presentan durante la segunda mitad del embarazo y desaparecen después del parto. Sin embargo, el riesgo que usted corre de tener la presión alta más adelante aumenta si ha tenido preeclampsia.

    La preeclampsia se asocia con un mayor riesgo de presentar enfermedades del corazón en algún momento de la vida, entre ellas la enfermedad coronaria, el ataque cardíaco, la insuficiencia cardíaca y la presión arterial alta. (Asimismo, los factores de riesgo de las enfermedades del corazón, como la diabetes o la obesidad, aumentan el riesgo de sufrir preeclampsia).

    Si usted tuvo preeclampsia durante el embarazo, tiene el doble de probabilidades de presentar enfermedades del corazón, en contraste con las mujeres que no la tuvieron. También tiene más probabilidades de presentar enfermedades del corazón más temprano.

    La preeclampsia es un factor de riesgo de la enfermedad coronaria que usted no puede controlar. Sin embargo, si ha tenido preeclampsia debe hacer lo posible por controlar los factores de riesgo que sí puede controlar.

    Cuanto más grave haya sido la preeclampsia, mayor será el riesgo de que presente la enfermedad coronaria. Avísele a su médico que tuvo preeclampsia para que éste pueda evaluar mejor cuál es su riesgo de presentar la enfermedad coronaria y sepa cómo reducirlo.

    Nuevos factores de riesgo

    Algunas investigaciones indican que la respuesta del organismo frente a las lesiones o a las infecciones —la inflamación— contribuye a las causas de la enfermedad coronaria. La lesión de las paredes internas de las arterias parece desencadenar el proceso de inflamación y contribuir al crecimiento de la placa.

    Las concentraciones altas de una proteína llamada proteína C reactiva en la sangre son un signo de que hay inflamación en el cuerpo. Se están realizando investigaciones para determinar si la proteína C reactiva u otros signos de inflamación pueden predecir el riesgo de que se presente la enfermedad coronaria en las mujeres.

    Algunos estudios parecen indicar que las mujeres que sufren jaquecas corren más riesgo de sufrir la enfermedad coronaria, en particular aquellas cuyas jaquecas se acompañan de alteraciones de la vista llamadas "auras", como destellos de luz o líneas en zigzag.

    Los investigadores están apenas comenzando a descubrir los factores que elevan el riesgo de presentar el síndrome del corazón roto. La mayoría de las mujeres que presentan este trastorno son de raza blanca y ya han pasado por la menopausia.

    Muchas de ellas tienen otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria, como presión arterial alta, colesterol alto en la sangre, diabetes y hábito de fumar. Sin embargo, estos factores de riesgo tienden a ser menos frecuentes en las mujeres con síndrome del corazón roto que en las que tienen enfermedad coronaria.


    ¿Cuáles son los signos y síntomas de las enfermedades del corazón?

    Los signos y síntomas de la enfermedad coronaria pueden ser diferentes en hombres y mujeres. Algunas mujeres que tienen la enfermedad coronaria no presentan signos ni síntomas. Esto se conoce como enfermedad coronaria asintomática.

    Es posible que la enfermedad no se diagnostique hasta que la mujer muestre signos y síntomas de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o arritmia (latidos irregulares del corazón).

    Signos y síntomas de las enfermedades del corazón

    Un síntoma frecuente de la enfermedad coronaria es la angina. La angina es un dolor o molestia en el pecho que se presenta cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente sangre rica en oxígeno.

    En los hombres, la angina a menudo se siente como una presión o como un dolor que aprieta el pecho. Esta sensación puede extenderse a los brazos. Las mujeres pueden tener estos síntomas de la angina, pero también suelen describir un dolor agudo y quemante en el pecho. Además, las mujeres tienen más probabilidades de sentir dolor en el cuello, la mandíbula, la garganta, el abdomen o la espalda.

    En los hombres, la angina tiende a empeorar con la actividad física y desaparece con el reposo. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de presentar la angina durante el reposo o el sueño.

    En las mujeres que tienen la enfermedad coronaria microvascular, la angina se presenta a menudo mientras realizan las actividades habituales diarias, como ir de compras o cocinar, y no cuando están haciendo ejercicio. También es más probable que la tensión mental precipite el dolor de la angina en las mujeres que en los hombres.

    La gravedad de la angina varía. El dolor puede empeorar u ocurrir con más frecuencia a medida que la placa sigue estrechando las arterias coronarias.

    Signos y síntomas de problemas del corazón relacionados con la enfermedad coronaria

    Ataque cardíaco

    El síntoma más frecuente del ataque cardíaco en los hombres y en las mujeres consiste en dolor o malestar en el pecho. Sin embargo, solo la mitad de las mujeres que tienen un ataque cardíaco presentan dolor en el pecho.

    Es más probable que las mujeres se quejen de dolor en la espalda o el cuello, indigestión, acidez estomacal, náuseas (deseos de vomitar), vómito, agotamiento o cansancio extremo, o problemas para respirar.

    Los ataques cardíacos también pueden producir malestar en la parte superior del cuerpo (en un brazo o en ambos, en la mandíbula o en el estómago). Otros síntomas del ataque cardíaco son el mareo y los desmayos, que se presentan con más frecuencia en las mujeres que en los hombres.

    Cubrirse de sudor frío y sentir dolor en el brazo izquierdo es más frecuente en los hombres que están teniendo un ataque cardíaco que en las mujeres.

    Insuficiencia cardíaca

    La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el corazón se debilita y no puede bombear suficiente sangre por el cuerpo. No significa que el corazón se haya detenido o vaya a dejar de funcionar. Significa que no puede satisfacer las exigencias de las actividades de todos los días.

    La insuficiencia cardíaca causa dificultad para respirar y agotamiento, que tienden a aumentar con la actividad. La insuficiencia cardíaca también puede causar hinchazón de los pies, los tobillos, las piernas y el abdomen.

    Arritmia

    Las arritmias son problemas de la velocidad o el ritmo de los latidos del corazón. Durante una arritmia el corazón puede latir demasiado rápido, demasiado lento o de manera irregular.

    Algunas personas describen las arritmias como aleteos o golpes dentro del pecho, o como la sensación de haberse saltado un latido del corazón. Estas sensaciones se llaman palpitaciones.

    Algunas arritmias pueden hacer que el corazón deje de latir de repente. Esta situación se llama paro cardíaco súbito. El paro cardíaco súbito provoca la pérdida del conocimiento y la muerte si no se trata de inmediato.

    Signos y síntomas del síndrome del corazón roto

    Los signos y síntomas más frecuentes del síndrome del corazón roto son el dolor en el pecho y la sensación de falta de aliento. En este síndrome, estos síntomas suelen ocurrir de repente en personas que no tenían antecedentes de enfermedades del corazón.

    También pueden presentarse arritmias o un choque cardiógeno. El choque cardiógeno es una situación en la que el corazón debilitado no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo.

    Hay varios signos y síntomas que distinguen el síndrome del corazón roto del ataque cardíaco:

    • Los síntomas se presentan de repente después de sufrir estrés emocional o físico extremo.
    • Los resultados del electrocardiograma de una persona con síndrome del corazón roto no se parecen a los de una persona que tiene un ataque cardíaco. (El electrocardiograma es una prueba que registra la actividad eléctrica del corazón).
    • Las pruebas de sangre no muestran signos ni indicios de una lesión del corazón.
    • Las pruebas no muestran signos de obstrucción de las arterias coronarias.
    • Las pruebas muestran un movimiento poco común de la cámara inferior izquierda del corazón (el ventrículo izquierdo).
    • El tiempo de recuperación es rápido, por lo general entre días y semanas, en comparación con el de un ataque cardíaco, que es de un mes o más.


    ¿Cómo se diagnostican las enfermedades del corazón?

    El médico diagnosticará la enfermedad coronaria con base en sus antecedentes médicos y familiares, sus factores de riesgo, el examen médico y los resultados de pruebas y procedimientos.

    Ninguna prueba por sí sola puede diagnosticar la enfermedad coronaria. Si el médico cree que usted sufre esta enfermedad, probablemente le haga una o más de las siguientes pruebas.

    Electrocardiograma (ECG)

    El electrocardiograma es una prueba sencilla que no causa dolor y se usa para detectar y registrar la actividad eléctrica del corazón. Muestra qué tan rápido late el corazón y a qué ritmo (estable o irregular). También registra la potencia y la sincronización de las señales eléctricas a medida que pasan por cada parte del corazón.

    Ciertos patrones eléctricos que se detectan en el electrocardiograma pueden indicar si es probable que haya enfermedad coronaria o si el músculo cardíaco está engrosado de manera anormal. El electrocardiograma también muestra si hubo un ataque cardíaco o si está sucediendo uno actualmente.

    Prueba de esfuerzo

    Durante la prueba de esfuerzo, el paciente hace ejercicio (o recibe unas medicinas especiales si no puede hacer ejercicio) para que el corazón trabaje mucho y lata rápidamente.

    Cuando el corazón está esforzándose mucho y latiendo con rapidez necesita más sangre y oxígeno. Las arterias coronarias estrechadas por la placa no pueden suministrar suficiente sangre rica en oxígeno para satisfacer las necesidades del corazón.

    La prueba de esfuerzo puede mostrar posibles signos y síntomas de la enfermedad coronaria, como:

    • Alteraciones de la frecuencia cardíaca o de la presión arterial
    • Sensación de falta de aliento o dolor en el pecho
    • Disminución de la tolerancia al ejercicio
    • Alteraciones del ritmo cardíaco o de la actividad eléctrica del corazón (de acuerdo con los resultados del electrocardiograma)

    En algunas pruebas de esfuerzo se obtienen imágenes del corazón cuando el paciente está en reposo y cuando está haciendo ejercicio. Estas pruebas de esfuerzo con obtención de imágenes diagnósticas pueden mostrar cómo circula la sangre en distintas partes del corazón y qué tan bien se bombea la sangre cuando el corazón late.

    Ecocardiografía

    En la ecocardiografía se usan ondas sonoras para crear una imagen móvil del corazón. La ecocardiografía proporciona información sobre el tamaño y la forma del corazón y sobre cómo están funcionando las cámaras y las válvulas.

    También puede identificar zonas de mala circulación en el corazón, zonas de músculo cardíaco que no se están contrayendo normalmente y lesiones anteriores del músculo cardíaco causadas por falta de circulación.

    Radiografía de tórax

    En la radiografía de tórax se obtienen imágenes de los órganos y estructuras que se encuentran dentro del pecho, como el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos.

    La radiografía de tórax puede revelar signos de insuficiencia cardíaca, de trastornos pulmonares y de otras causas de síntomas que no se deben a la enfermedad coronaria.

    Pruebas de sangre

    Con las pruebas de sangre se pueden detectar trastornos como la anemia y determinar las concentraciones de ciertas grasas, colesterol, azúcar y proteínas en la sangre. Las concentraciones anormales de estas sustancias pueden indicar que usted tiene factores de riesgo de la enfermedad coronaria.

    Durante un ataque cardíaco, las células del músculo cardíaco o músculo del corazón mueren. Al morir, liberan ciertas proteínas en el torrente circulatorio. Existen pruebas para medir la cantidad de estas proteínas en la sangre. Si las concentraciones de estas proteínas en la sangre son más altas de lo normal, se comprueba que hubo un ataque cardíaco reciente.

    Tomografía computarizada por haz de electrones

    Es posible que el médico le recomiende una tomografía computarizada por haz de electrones (o tomografía ultrarrápida). Esta prueba halla y mide los depósitos de calcio o calcificaciones que se encuentran dentro de las arterias del corazón y alrededor de éstas. Cuanto más calcio se detecte, más probabilidades hay de que la persona tenga enfermedad coronaria.

    La tomografía computarizada por haz de electrones no se usa corrientemente para el diagnóstico de la enfermedad coronaria porque aún no se sabe su exactitud.

    Angiografía coronaria y cateterismo cardíaco

    Es posible que el médico le recomiende hacerse una angiografía coronaria si otras pruebas o factores indican que usted puede tener enfermedad coronaria. En esta prueba se usan un medio de contraste y unos rayos X especiales para mostrar el interior de las arterias coronarias.

    Para que el medio de contraste llegue al interior de las arterias coronarias, el médico usará un procedimiento llamado cateterismo cardíaco. Un tubito largo, delgado y flexible llamado catéter se inserta en un vaso sanguíneo de la ingle (parte superior del muslo, cerca de la entrepierna), el brazo o el cuello.

    El médico lleva el tubito por los vasos sanguíneos hasta las arterias coronarias y el medio de contraste se libera en el torrente circulatorio. Mientras el medio de contraste fluye por las arterias coronarias, se toman radiografías especiales. Estas radiografías se llaman angiografías.

    La angiografía coronaria detecta obstrucciones de las arterias coronarias grandes, pero no detecta la enfermedad coronaria microvascular. Esto se debe a que la enfermedad coronaria microvascular no causa bloqueos de las arterias coronarias grandes.

    Si los resultados de su angiografía coronaria son normales pero usted sigue teniendo dolor en el pecho u otros síntomas de la enfermedad coronaria, pregúntele al médico si es posible que usted tenga enfermedad coronaria microvascular.

    El médico puede pedirle que responda un cuestionario llamado Índice de actividad de Duke. Este cuestionario mide el grado de facilidad con que puede realizar tareas corrientes. Le proporciona al médico información sobre la forma en que la sangre circula por sus arterias coronarias.

    Otras pruebas que miden la circulación de sangre en el corazón también pueden detectar la enfermedad coronaria microvascular. Entre ellas se cuentan la cardiorresonancia magnética de estrés (un tipo de resonancia magnética del corazón) y una prueba que se realiza durante el cateterismo cardíaco y que muestra la circulación de la sangre en las arterias pequeñas del corazón.

    Pruebas que se usan para diagnosticar el síndrome del corazón roto

    Si el médico cree que usted sufre el síndrome del corazón roto, es posible que le recomiende hacerse una angiografía coronaria. Para diagnosticar este trastorno se usan otras pruebas, como ciertas pruebas de sangre, el electrocardiograma, la ecocardiografía y la cardiorresonancia magnética.

    En la cardiorresonancia magnética o resonancia magnética del corazón se usan ondas de radio, imanes y una computadora para obtener imágenes del corazón cuando está latiendo. La prueba produce imágenes fijas y móviles del corazón y de los principales vasos sanguíneos.


    ¿Cómo se trata la enfermedad coronaria?

    Por lo general, el tratamiento de la enfermedad coronaria es igual para hombres y mujeres. Puede consistir en cambios en el estilo de vida, medicinas, procedimientos médicos y rehabilitación cardíaca.

    Los objetivos del tratamiento son:

    • Aliviar los síntomas.
    • Disminuir los factores de riesgo para retardar, detener o dar marcha atrás al depósito de placa.
    • Disminuir el riesgo de que se formen coágulos de sangre, ya que éstos pueden provocar un ataque cardíaco.
    • Ensanchar las arterias coronarias obstruidas por la placa o dar un rodeo para evitarlas.
    • Prevenir las complicaciones de la enfermedad coronaria.

    Cambios en el estilo de vida

    Los cambios en el estilo de vida a menudo sirven para prevenir o tratar la enfermedad coronaria. Entre los cambios en el estilo de vida están: consumir una alimentación sana que proteja la salud del corazón, realizar actividad física con regularidad, mantener un peso saludable, dejar de fumar y controlar el estrés y la depresión.

    Consumir una alimentación saludable para el corazón

    Una alimentación saludable para el corazón forma parte importante de un estilo de vida sano. Si desea disminuir el riesgo que corre de sufrir la enfermedad coronaria, su alimentación debe tener las siguientes características:

    • Contener cantidades bajas de grasas saturadas y trans. Las grasas saturadas se encuentran en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, bizcochos o pastelillos, aceites de origen animal y aceites de palma y coco. Los alimentos fritos y procesados a menudo contienen grasas saturadas. Las grasas trans se encuentran en algunos alimentos fritos y procesados. Ambos tipos de grasas elevan las concentraciones de colesterol LDL.

    • Contener el tipo de grasas que se encuentran en el pescado y en el aceite de oliva. Estas grasas son ricas en ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos omega-3 reducen el riesgo que usted corre de sufrir un ataque cardíaco. Parte de su efecto consiste en prevenir la formación de coágulos de sangre.

    • Contener mucha fibra, cereales integrales, frutas y verduras. Una alimentación rica en estos elementos no solo ayuda a bajar las concentraciones de colesterol LDL sino que proporciona nutrientes que pueden proteger contra la enfermedad coronaria.

    • Contener cantidades bajas de sal y azúcar. Una alimentación con bajo contenido de sal ayuda a controlar la presión arterial. Con una alimentación con bajo contenido de azúcar se evitan los aumentos de peso y se controlan la diabetes y la prediabetes.

    Las investigaciones indican que el consumo habitual de cantidades entre pequeñas y moderadas de bebidas alcohólicas también puede disminuir el riesgo de presentar la enfermedad coronaria. Las mujeres no deben tomar más de una bebida alcohólica al día.

    Un trago al día puede disminuir el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria porque aumenta las concentraciones de colesterol HDL. El término "trago" se refiere a una copa de vino, un vaso de cerveza o una pequeña cantidad de licor.

    Si usted no bebe, no le estamos recomendando que comience a tomar alcohol. Si está embarazada, planea quedar embarazada o tiene algún problema de salud en el que el consumo de alcohol sea nocivo, debe evitar la bebida.

    Además, el exceso de alcohol puede provocar aumento de peso y elevar la presión arterial y la concentración de triglicéridos. En las mujeres, incluso un trago diario puede elevar el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer.

    Realizar actividades físicas con regularidad

    La actividad física que se practica con regularidad puede disminuir muchos factores de riesgo de la enfermedad coronaria, entre ellos las concentraciones altas de colesterol LDL, la presión arterial alta y el exceso de peso.

    La actividad física también puede reducir el riesgo de sufrir diabetes y puede aumentar las concentraciones de colesterol HDL. (El colesterol HDL contribuye a prevenir la enfermedad coronaria).

    Consulte con su médico antes de iniciar un nuevo plan de ejercicio. Pregúntele qué tipo de actividades físicas puede realizar sin peligro y en qué cantidad puede hacerlas.

    Se obtienen algunos beneficios de salud con cantidades tan modestas como 60 minutos de actividad aeróbica moderada por semana. Caminar es un ejercicio excelente para tener un corazón sano. Entre más activa sea usted, más se beneficiará.

    Mantenerse en un peso saludable

    Consumir una alimentación saludable y realizar actividades físicas puede ayudarla a mantenerse en un peso saludable. El control del peso la ayuda a controlar los factores de riesgo de la enfermedad coronaria.

    Si usted sufre de sobrepeso o de obesidad, trate de bajar entre un 5 y un 10 por ciento de peso durante el primer año de tratamiento. Esta disminución de peso puede reducir su riesgo de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias y otros problemas de salud. Su profesional de salud puede remitirla a un nutricionista que la ayude a controlar el peso.

    Es posible que tenga que seguir bajando de peso después del primer año. La meta para prevenir y tratar la enfermedad coronaria es un índice de masa corporal de menos de 25 y una circunferencia de cintura de 35 pulgadas o menos.

    Para medirse la cintura, póngase de pie y pásese la cinta métrica alrededor del talle, por arriba de los huesos de la cadera. Mídase la cintura después de dejar salir el aire de los pulmones. Asegúrese de que la cinta métrica le quede justa pero no apretada.

    Dejar de fumar

    Si usted fuma o usa tabaco, procure dejar de hacerlo. El hábito de fumar puede lesionar y estrechar los vasos sanguíneos. También puede elevar su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y de tener un ataque cardíaco, y puede empeorar otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria.

    Pregúntele a su médico qué programas y productos pueden ayudarla a dejar el hábito. Además, evite el humo de otros fumadores.

    Cómo controlar el estrés y lidiar con la depresión

    Las investigaciones muestran que muchos casos de ataque cardíaco se deben a una situación que causa una gran alteración emocional, especialmente si provoca ira. Además, algunas de las maneras en que la gente afronta el estrés, como la bebida, el hábito de fumar o el exceso de comida, tampoco son buenas para el corazón.

    Aprender a controlar el estrés, a relajarse y a lidiar con los problemas puede mejorar su salud emocional y física.

    Tener en su vida gente que la apoye y con quien pueda compartir sus sentimientos o preocupaciones puede ayudarla a aliviar el estrés. La actividad física, el yoga y la terapia de relajación también pueden contribuir a aliviar el estrés. Tal vez le convenga pensar en participar en un programa de control del estrés.

    La depresión duplica o triplica el riesgo de presentar la enfermedad coronaria. También hace que sea más difícil mantener un estilo de vida saludable.

    Consulte con su médico si tiene síntomas de depresión, por ejemplo, si se siente sin esperanzas o no se interesa en sus actividades diarias. Quizá él le recomiende que busque asesoría psicológica o le recete medicinas para controlar este trastorno.

    Medicinas

    Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes, es posible que también necesite medicinas para prevenir o tratar la enfermedad coronaria. Las medicinas pueden lograr lo siguiente:

    • Disminuir el trabajo que tiene que hacer el corazón y aliviar los síntomas de la enfermedad coronaria.
    • Disminuir sus probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o de morir de repente.
    • Disminuir las concentraciones del colesterol LDL, bajar la presión arterial y reducir otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria.
    • Prevenir la formación de coágulos de sangre.
    • Prevenir o retrasar la necesidad de realizar un procedimiento médico o una intervención quirúrgica, como una angioplastia o una derivación coronaria (bypass).

    Las mujeres que sufren de enfermedad coronaria microvascular y de anemia se pueden beneficiar de tomar medicinas para la anemia.

    Las mujeres que tienen el síndrome del corazón roto también pueden necesitar medicinas. Los médicos pueden recetar medicinas para aliviar la acumulación de líquidos, tratar los problemas de la presión arterial, prevenir la formación de coágulos de sangre y controlar las hormonas del estrés.

    Tómese todas las medicinas como le haya indicado el médico. Si tiene efectos secundarios u otros problemas relacionados con las medicinas, cuéntele al médico. Es posible que éste pueda ofrecerle otras alternativas.

    Tratamiento hormonal de la menopausia

    Se ha observado en estudios recientes que el tratamiento hormonal de la menopausia no previene la enfermedad coronaria. Algunos estudios han mostrado incluso que el tratamiento hormonal de la menopausia aumenta el riesgo de la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales) y el cáncer de mama (cáncer de seno).

    Sin embargo, estos estudios ensayaron el tratamiento hormonal en mujeres que habían sido posmenopáusicas por varios años. Es posible que durante ese tiempo haya comenzado la enfermedad coronaria.

    Se están realizando investigaciones para ver si el tratamiento hormonal de la menopausia ayuda a prevenir la enfermedad coronaria cuando se toma en cuanto comienza la menopausia. Aunque aún quedan interrogantes por resolver, los resultados actuales parecen indicar que el tratamiento hormonal de la menopausia no se debe usar habitualmente para prevenir o tratar la enfermedad coronaria.

    Consulte con el médico acerca de otras formas de prevenir o tratar la enfermedad coronaria, entre ellas las modificaciones del estilo de vida y las medicinas.

    Procedimientos médicos e intervenciones quirúrgicas

    Usted puede necesitar un procedimiento médico o una intervención quirúrgica para tratar la enfermedad coronaria. Tanto la angioplastia como la derivación coronaria o bypass se usan como tratamiento.

    La angioplastia ensancha las arterias bloqueadas o estrechas. Un tubito delgado y flexible que tiene un globo u otro dispositivo en la punta se lleva por el interior de un vaso sanguíneo hasta la arteria coronaria que está estrechada o bloqueada.

    Una vez allí, el globo se infla para empujar la placa contra la pared de la arteria. Esto ensancha el interior de la arteria, restableciendo la circulación de la sangre.

    La angioplastia puede mejorar la circulación de la sangre que llega al corazón, aliviar el dolor en el pecho y posiblemente prevenir un ataque cardíaco. A menudo dentro de la arteria se pone un tubito pequeño de malla llamado endoprótesis vascular o stent para mantenerla abierta después del procedimiento.

    En la derivación coronaria o bypass el cirujano toma arterias o venas de otras partes del cuerpo y las usa para crear un desvío y evitar las arterias coronarias que se han estrechado o bloqueado. La derivación coronaria puede mejorar la circulación de la sangre que llega al corazón, aliviar el dolor en el pecho y posiblemente prevenir un ataque cardíaco.

    Usted y su médico pueden decidir qué tratamiento le conviene más.

    Rehabilitación cardíaca

    Tal vez el médico le recomiende un programa de rehabilitación cardíaca si tiene angina o si ha tenido una angioplastia, una derivación coronaria o un ataque cardíaco.

    La rehabilitación cardíaca, cuando se combina con medicinas y tratamientos quirúrgicos, puede servirle para recuperarse más rápidamente, sentirse mejor y ceñirse a un estilo de vida más saludable. Casi todas las personas que tienen la enfermedad coronaria se benefician de la rehabilitación cardíaca.

    El equipo de profesionales de rehabilitación cardíaca puede estar compuesto por médicos, enfermeras, especialistas en ejercicio, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, nutricionistas y psicólogos u otros consejeros que realizan terapia conductual.

    La rehabilitación cardíaca consta de dos partes:

    • Entrenamiento para el ejercicio. En éste, usted aprende cómo hacer ejercicio sin peligro, fortalecer sus músculos y mejorar su resistencia física. Su plan de ejercicio se basará en su capacidad individual, sus necesidades e intereses.

    • Educación, asesoría y capacitación. Esta parte de la rehabilitación le ayuda a entender su enfermedad y a buscar formas de disminuir el riesgo de tener problemas del corazón en el futuro. El equipo de rehabilitación cardíaca le enseñará a sobrellevar el estrés de adaptarse a un nuevo estilo de vida y a manejar sus temores sobre el futuro.


    ¿Cómo se puede prevenir la enfermedad coronaria?

    El riesgo que usted corre de sufrir la enfermedad coronaria aumenta en proporción directa al número de factores de riesgo que tenga para esta enfermedad. Actuar para controlar los factores de riesgo puede prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad coronaria.

    Una medida que usted puede tomar consiste en adoptar un estilo de vida saludable para el corazón. Ese estilo de vida debe formar parte de un compromiso permanente de llevar siempre una vida sana.

    Una alimentación saludable forma parte importante de un estilo de vida saludable. Contiene variedad de frutas, verduras y cereales integrales. También contiene carnes magras, pollo, pescado, frijoles, leche descremada o semidescremada y productos lácteos descremados o semidescremados. Además, contiene cantidades bajas de grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sodio y azúcar añadida.

    Si usted tiene sobrepeso o es obesa, colabore con su médico en el diseño de un plan razonable que le permita bajar de peso y que consista en dieta y actividad física. El control del peso la ayudará a controlar los factores de riesgo de la enfermedad coronaria.

    Trate de realizar actividades físicas con regularidad. La actividad física puede mejorar su estado físico y su salud. Pregúntele a su médico que tipo de actividad física puede realizar sin peligro.

    Si fuma, deje de hacerlo. El hábito de fumar puede lesionar y estrechar los vasos sanguíneos. También puede elevar su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y de tener un ataque cardíaco, y puede empeorar otros factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Pregúntele a su médico qué programas y productos pueden ayudarla a dejar el hábito. Además, evite el humo de otros fumadores.

    Entérese de los antecedentes de su familia respecto a la enfermedad coronaria. Si usted o una persona de su familia tiene esta enfermedad, cuéntele a su médico.

    Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes, es posible que también necesite medicinas para controlar los factores de riesgo. Tómese todas las medicinas como le haya indicado el médico.


    Vivir con la enfermedad coronaria

    Si usted sufre la enfermedad coronaria, debe tomar medidas para controlarla, reducir los factores de riesgo y prevenir las complicaciones. Puede lograrlo haciendo cambios en su estilo de vida, recibiendo atención médica continua y enterándose de los signos de alerta de los problemas cardíacos.

    El hecho de sufrir la enfermedad coronaria eleva su riesgo de tener un ataque cardíaco. Estos signos y síntomas pueden consistir en dolor en el pecho, malestar en la parte superior del cuerpo, sensación de falta de aliento y náuseas (deseos de vomitar).

    En la sección acerca de los signos de alerta que encontrará a continuación hallará información más detallada acerca de estos signos.

    Cambios en el estilo de vida

    Adoptar un estilo de vida saludable para el corazón puede servirle para controlar los factores de riesgo de la enfermedad coronaria. Sin embargo, hacer cambios en el estilo de vida puede ser difícil.

    Trate de hacerlo paso a paso. Entérese de los beneficios de hacer cambios en su estilo de vida y haga un plan con metas específicas y realistas. Prémiese por los avances que logre.

    Lo bueno es que muchos cambios en el estilo de vida controlan varios factores de riesgo de la enfermedad coronaria al mismo tiempo. Por ejemplo, la actividad física baja la presión arterial, disminuye las concentraciones de colesterol LDL, ayuda a controlar la diabetes y la prediabetes, alivia el estrés y contribuye a controlar el peso.

    Atención médica continua

    Sus factores de riesgo de la enfermedad coronaria pueden cambiar con el tiempo, de modo que es importante recibir atención médica continua. El médico le vigilará la presión arterial y le hará pruebas corrientes de laboratorio para determinar las concentraciones de colesterol y azúcar en la sangre. Estas pruebas mostrarán si deben hacerse ajustes en el tratamiento.

    Pregúntele a su médico con qué frecuencia debe ir a consultas de control o hacerse pruebas de sangre. Entre una consulta y otra, llame al médico si presenta síntomas nuevos o si sus síntomas empeoran.

    Es posible que usted se sienta deprimida o llena de ansiedad si le han diagnosticado la enfermedad coronaria. Tal vez se preocupe por los problemas del corazón o por los cambios que tiene que hacer en su estilo de vida en beneficio de su salud.

    Su médico puede recomendarle medicinas, asesoría profesional o terapia de relajación si usted sufre depresión o ansiedad. Es importante tratar la depresión y la ansiedad porque éstas elevan su riesgo de sufrir la enfermedad coronaria y el ataque cardíaco y hacen que sea más difícil realizar cambios en el estilo de vida.

    Signos de alerta

    Es importante saber cuáles son los signos y síntomas de un ataque cardíaco.

    • Molestias o dolor en el pecho que pueden consistir en presión que cause incomodidad, sensación de que le aprieta el pecho o sensación leve o intensa de llenura, ardor o dolor en el centro del pecho. Las molestias o el dolor duran más de unos minutos o desaparecen y vuelven a aparecer.

    • Molestias en la parte superior del cuerpo (en un brazo o en ambos, en el cuello, la mandíbula, la garganta, el abdomen o la espalda).

    • Sensación de que le falta el aliento, que puede presentarse con las molestias del pecho o antes.

    • Náuseas, vómito, mareo o desmayos, o sudor abundante y frío.

    El tratamiento temprano puede prevenir o limitar las lesiones del músculo cardíaco o músculo del corazón. Si usted cree que está teniendo un ataque cardíaco, no conduzca hacia el hospital ni les pida a amigos o familiares que la lleven. Llame a una ambulancia para que, de camino hacia el servicio de urgencias, el personal médico pueda iniciar el procedimiento para salvarle la vida.

    Si sus síntomas duran menos de 5 minutos, debe llamar al médico de todas formas. Además, cuénteles a las personas a las que ve con frecuencia que usted corre el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Ellas pueden buscar ayuda médica de urgencia si de repente usted se desmaya, le da un síncope o presenta otros síntomas graves.

    Vivir con el síndrome del corazón roto

    La mayoría de las personas que sufren el síndrome del corazón roto se recuperan por completo en cuestión de unas semanas. El riesgo de presentar otro episodio del síndrome del corazón roto es bajo.

    Aproximadamente un mes después de que le diagnostiquen el síndrome, es posible que el médico le recomiende hacerse una ecocardiografía para ver en qué estado está su corazón. Pregúntele con qué frecuencia debe acudir a citas de control.


    Puntos clave

    • El tipo más común de enfermedad del corazón en las mujeres es un trastorno de los vasos sanguíneos del corazón llamado enfermedad coronaria. Esta enfermedad también se llama enfermedad de las arterias coronarias porque afecta las arterias coronarias del corazón.

    • La enfermedad coronaria puede causar problemas graves del corazón, como ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, latidos irregulares llamados arritmias y paro cardíaco súbito.

    • La enfermedad coronaria ocurre cuando un material llamado placa se deposita en las paredes internas de las arterias coronarias. La placa está compuesta por grasas, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre.

    • El depósito de placa puede estrechar con el tiempo las arterias coronarias, reduciendo así la circulación de sangre hacia el músculo cardíaco o músculo del corazón. Además, la placa puede romperse o quebrarse, y esto provoca la formación de un coágulo de sangre en su superficie. Si el coágulo aumenta lo suficiente de tamaño, puede bloquear completamente la circulación de sangre a una parte del músculo cardíaco. Esta es la causa más frecuente del ataque cardíaco.

    • En los hombres y las mujeres que sufren la enfermedad coronaria, la placa se acumula por lo general en el interior de las arterias grandes del corazón. En estudios recientes se ha demostrado que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de sufrir una enfermedad que afecta a las arterias más pequeñas del corazón. Esta enfermedad se conoce como enfermedad coronaria microvascular.

    • Las mujeres también tienen más probabilidades que los hombres de presentar una enfermedad llamada "síndrome del corazón roto". En este problema del corazón, cuya existencia se validó recientemente, el estrés emocional extremo puede causar una insuficiencia reversible del músculo cardíaco o músculo del corazón. Los médicos pueden diagnosticar incorrectamente el síndrome del corazón roto como si fuera un ataque cardíaco, porque tiene síntomas parecidos.

    • Las mujeres tienden a presentar la enfermedad de las arterias coronarias unos 10 años más tarde que los hombres. No obstante, la enfermedad de las arterias coronarias sigue siendo la principal causa de muerte de las mujeres en los Estados Unidos.

    • Las investigaciones indican que la enfermedad coronaria comienza cuando ciertos factores lesionan las capas internas de las arterias coronarias. Cuando hay una lesión, el organismo pone en marcha un proceso curativo. Este proceso curativo puede hacer que se formen depósitos de placa en el lugar en el que las arterias se lesionaron. El depósito de placa en las arterias coronarias puede comenzar en la niñez.

    • Hay varios factores conocidos de la enfermedad de las arterias coronarias. Usted puede controlar la mayoría de los factores de riesgo, pero no todos. Los factores de riesgo de la enfermedad coronaria son los mismos en los hombres y en las mujeres, pero su importancia en la aparición de la enfermedad varía según el sexo de la persona. Además, otros factores, como las píldoras anticonceptivas y la menopausia, pueden afectar el riesgo que tiene una mujer de sufrir la enfermedad de las arterias coronarias.

    • La angina (dolor o malestar en el pecho) sigue siendo el síntoma más frecuente de la enfermedad coronaria tanto en las mujeres como en los hombres. Sin embargo, el dolor de la angina puede manifestarse de diferente forma según el sexo. En los hombres, la angina a menudo se siente como una presión o como un dolor que aprieta el pecho. Las mujeres también presentan estos síntomas de la angina, pero suelen quejarse también de un dolor agudo y quemante en el pecho.

    • Además, las mujeres tienen más probabilidades de sentir dolor en el cuello, la mandíbula, la garganta, el abdomen o la espalda. Otros signos y síntomas de la enfermedad coronaria también pueden ser diferentes en los hombres y en las mujeres.

    • El médico diagnosticará la enfermedad coronaria con base en sus antecedentes médicos y familiares, sus factores de riesgo, el examen médico y los resultados de pruebas y procedimientos.

    • Es posible que las pruebas corrientes para la enfermedad coronaria no detecten la enfermedad coronaria microvascular. Si los resultados de sus pruebas son normales pero usted sigue teniendo dolor en el pecho u otros síntomas de la enfermedad coronaria, pregúntele al médico si es posible que usted tenga enfermedad coronaria microvascular.

    • Por lo general, el tratamiento de la enfermedad coronaria es el mismo en los hombres y en las mujeres. Puede consistir en cambios en el estilo de vida, medicinas, procedimientos médicos, intervenciones quirúrgicas y rehabilitación cardíaca.

    • El riesgo que usted corre de sufrir la enfermedad coronaria aumenta en proporción directa al número de factores de riesgo que tenga. Actuar para controlar los factores de riesgo puede prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad coronaria.

    • Si sufre la enfermedad coronaria, hacer modificaciones en su estilo de vida y ceñirse a su plan de tratamiento puede servirle para controlarla. Entérese de sus factores de riesgo de la enfermedad coronaria y consulte con el médico cómo controlarlos. Vaya a ver al médico para recibir atención continua y cumpla el plan de tratamiento como él se lo recomiende.

    Source: NHLBI, US




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