Edición Española
    Biblioteca

    Adelardo López de Ayala

    La rosa de la aldeana

    Donosa aldeana
    de negro cabello,
    de rostro más bello
    que fresca mañana:
    detente; te llamo
    temblando de amor;
    desata ese ramo
    y dame una flor.

    Marchito y sin vida
    tu ramo, aldeana,
    acaso mañana
    ninguno lo pida;
    mas hoy que lo pinta
    la luz del amor,
    desata esa cinta
    y dame una flor.

    No llores, amada,
    no muestres despecho;
    que llevo en el pecho
    tu imagen grabada.
    ¡Dichosa mañana!
    ¡Dichoso mi amor!
    Me dio la aldeana
    la rosa mejor.




    TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


    © 1991-2024 The Titi Tudorancea Bulletin | Titi Tudorancea® is a Registered Trademark | Aviso legal
    Contact