Edición Española
    Biblioteca

    Francisco de Quevedo y Villegas

    A un bostezo de Floris.

    Madrigal


    Bostezó Floris, y su mano hermosa,
    Cortésmente tirana y religiosa,
    Tres cruces de sus dedos celestiales
    Engastó en perlas y cerró en corales,
    Crucificando en labios carmesíes,
    O en puertas de rubíes,
    Sus dedos de jazmín y casta rosa.

    Yo, que alumbradas de sus vivas luces
    Sobre claveles rojos vi tres Cruces,
    Hurtar quise el engaste de una de ellas,
    Por ver si mi delito o mi fortuna,
    Por mal o buen Ladrón, me diera una;
    Y fuera buen Ladrón, robando Estrellas.

    Mas no pudiendo hurtarlas,
    Y mereciendo apenas adorarlas,
    Divino Humilladero
    De toda libertad, dije, «Yo muero,
    Si no en Cruces, por ellas, donde veo
    Morir virgen y mártir mi deseo».




    TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


    © 1991-2024 The Titi Tudorancea Bulletin | Titi Tudorancea® is a Registered Trademark | Aviso legal
    Contact