Edición Española
    Biblioteca

    Juan Meléndez Valdés

    La resignación amorosa

    ¿Qué quieres, crudo Amor? Deja al cansado
    ánimo respirar solo un momento;
    baste el veneno en que abrasarme siento,
    y el dardo agudo al corazón clavado.

    Ni duermo, ni reposo; y de mi lado
    cual sombra huye el placer; ¡ah!, ¡qué lamento
    suena en mi triste oído! De tormento
    basta, Amor, basta, pues de mí has triunfado.

    Le ruego así; y a mi dolor movido,
    él me muestra la lumbre por que muero,
    puro rayo de angélica hermosura;

    yo me postro a adorarla, y encendido
    en fuego celestial, penar más quiero,
    y morir pido como gran ventura.




    TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


    © 1991-2024 The Titi Tudorancea Bulletin | Titi Tudorancea® is a Registered Trademark | Aviso legal
    Contact