Edición Española
    Biblioteca

    Juan Meléndez Valdés

    Los tristes recuerdos

    En este valle, do sin seso ahora
    en muda soledad tu malhadado
    nombre, ¡ay Fili!, repito, afortunado
    decirte osé: «Mi corazón te adora».

    Junto a este arroyo, que tu muerte llora,
    te hallé cogiendo flores; y turbado
    la guirnalda nupcial en tu dorado
    cabello puse, y te juré señora.

    Allí nos reveló sus deliciosos
    misterios la alma Venus, la sagrada
    tea encendiendo plácido Himeneo.

    ¡Ay, dejadme recuerdos dolorosos!
    Mi Fili al claro Olimpo fue robada,
    y yo en mil ansias fenecer me veo.




    TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


    © 1991-2024 The Titi Tudorancea Bulletin | Titi Tudorancea® is a Registered Trademark | Aviso legal
    Contact