Edición Española
    Biblioteca

    Vicente García de la Huerta

    Preferencia dada a todas las desdichas sobre los celos

    De tu dueño tirano los recelos,
    castigo de una vil desconfianza,
    con dilatar el fin a mi esperanza
    defraudan de su logro a mis anhelos.

    Él pena, Filis, con sus duros celos,
    y como tanto mal a mí me alcanza,
    dudo a donde se inclina la balanza,
    Filis, si a su pesar o mis desvelos.

    Él goza, aunque celoso, tu hermosura,
    si bien aborrecido; yo, privado
    de tanta gloria, aunque adorado, muero.

    Pero, ¿dónde me lleva mi locura?
    Muera mil veces yo desesperado,
    que antes morir que estar celoso quiero.




    TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


    © 1991-2024 The Titi Tudorancea Bulletin | Titi Tudorancea® is a Registered Trademark | Aviso legal
    Contact