Edición Española
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    Federico García Lorca

    Juegos

    Ribereñas

    (Con acompañamiento de campanas)

    Dicen que tienes cara
    (balalín)
    de luna llena.
    (balalán.)

    ¿Cuántas campanas ¿oyes?
    (balalín.)
    No me dejan.
    (¡balalán!)

    Pero tus ojos..., ¡Ah!
    (balalín)
    ... perdona, tus ojeras ...
    (balalán)
    y esa risa de oro
    (balalín)
    y esa..., no puedo, esa...
    (balalán.)

    Su duro miriñaque
    las campanas golpean.

    ¡Oh tu encanto secreto!..., tu...

    (balalín
    lín
    lín
    lín...).

    Dispensa.

    A Irene García

    (criada)

    En el soto,
    los alamillos bailan
    uno con otro.
    Y el arbolé,
    con sus cuatro hojitas
    baila también.

    ¡Irene!
    Luego vendrán las lluvias
    y las nieves.
    Baila sobre lo verde.

    Sobre lo verde verde,
    que te acompaño yo.

    ¡Ay cómo corre el agua!
    ¡Ay, mi corazón!

    En el soto,
    los alamillos bailan
    uno con otro.
    Y el arbolé,
    con sus cuatro hojitas
    baila también.

    Al oído de una muchacha

    No quise.
    No quise decirte nada.

    Vi en tus ojos
    dos arbolitos locos.
    De brisa, de risa y de oro.

    Se meneaban.
    No quise.

    No quise decirte nada.

    Las gentes iban

    Las gentes iban
    y el otoño venía.

    Las gentes,
    iban a lo verde.
    Llevaban gallos
    y guitarras alegres.
    Por el reino
    de las simientes.
    El río soñaba,
    corría la fuente.
    ¡Salta.
    corazón caliente!

    Las gentes,
    iban a lo verde.

    El otoño venía
    amarillo de estrellas,
    pájaros macilentos
    y ondas concéntricas.
    Sobre el pecho almidonado,
    la cabeza.
    ¡Párate,
    corazón de cera!

    Las gentes iban
    y el otoño venía.

    Canción del mariquita

    El mariquita se peina
    en su peinador de seda.

    Los vecinos se sonríen
    en sus ventanas postreras.

    El mariquita organiza
    los bucles de su cabeza.

    Por los patios gritan loros,
    surtidores de planetas.

    El mariquita se adorna
    con un jazmín sinvergüenza.

    La tarde se pone extraña
    de peines y enredaderas.

    El escándalo temblaba
    rayado como una cebra.

    ¡Los mariquitas del Sur
    cantan en las azoteas!

    Árbol de canción

    Para Ana María Dalí

    Caña de voz y gesto,
    una vez y otra vez
    tiembla sin esperanza
    en el aire de ayer.

    La niña suspirando
    lo quería coger;
    pero llegaba siempre
    un minuto después.

    ¡Ay sol! ¡Ay luna, luna!
    un minuto después.
    Sesenta flores grises
    enredaban sus pies.

    Mira cómo se mece
    una y otra vez,
    virgen de flor y rama,
    en el aire de ayer.

    Naranja y limón

    Naranja y limón.

    (¡Ay,la niña
    del mal amor!)

    Limón y naranja.

    (¡Ay de la niña,
    de la niña blanca!)

    Limón.

    (Cómo brillaba
    el sol.)

    Naranja.

    (En las chinas
    del agua.)

    La calle de los mudos

    Detrás de las inmóviles vidrieras
    las muchachas juegan con sus risas.

    (En los pianos vacíos,
    arañas titiriteras.)

    Las muchachas hablan de sus novios
    agitando sus trenzas apretadas.

    (Mundo del abanico,
    el pañuelo y la mano.)

    Los galanes replican haciendo
    alas y flores con sus capas negras.




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